La tecnología, internet y las redes sociales han abierto un nuevo contexto de relación en el que se desenvuelven las chicas y chicos adolescentes. De la misma forma, se amplían los medios de relación que los profesionales mantienen con ellos. La Fundación para la Atención Integral al Menor, atendiendo a esta realidad y a las necesidades de quienes intervienen en el ámbito socioeducativo, ha celebrado una formación para ayudar a los participantes a responder a la pregunta «¿Qué uso podemos hacer de la tecnología y las redes en nuestra relación con los chavales?»

La formación, impartida por los psicólogos y educadores Jordi Bernabeu y Jaume Funes, pretende ofrecer una conceptualización de las adolescencias digitales para que los profesionales conozcan la realidad del uso de esta tecnología y las variables de la condición de adolescente que se modifican. En opinión de Funes, «no debemos poner etiquetas ni explicar esta relación con categorías del pasado», es el educador el que debe comprender el nuevo espacio de relación.

Por otra parte, el curso analiza las dificultades sociales entre tecnologías de la comunicación. Como dice Jaume Funes, «al igual que hay diferentes adolescentes, hay diferentes usos del espacio digital, y el empobrecimiento vital también significa un empobrecimiento en el acceso a ese mundo». El experto cree que tenemos que evitar que el mundo de los chavales con dificultad social, tenga una presencia pobre en las redes por razones de clase social o por razones de la medida; si les prohibimos tener presencia en las redes, o no tienen un smartphoneni tarifa plana….les estamos empobreciendo en este ámbito.

La única reflexión a hacer por parte de los educadores, en opinión de Funes es «conoce a los chicos y plantéate después cómo cambia su mundo personal en el mundo digital y cómo plantea en éste sus dificultades.

El entorno digital amplía el ámbito de relación con los chavales, pero..¿lo cambia? En opinión de Jordi Bernabeu, el valor de la relación es igual cara a cara que en el entorno digital, sólo hay que conocer las características de cada uno. «La base común es que el educador debe intervenir para acercarse desde una perspectiva útil, positiva, de referencia…para sugerir cuestiones que a ellos también pueden interesarles y para ser conocido como una persona importante en sus vidas». Las tecnologías de la comunicación son herramientas de acción socioeducativa y, en este sentido, los profesionales deben trabajar las competencias digitales para convivir en este espacio.

En cualquier caso, la visión de la red como un nuevo espacio se modifica cuando vemos la forma en que las características personales de un chaval pueden complicarse con el uso. «Si has perdido todas tus vinculaciones y estás solo, la red te resuelve el problema de golpe porque tienes la posibilidad de tener relaciones. Sin embargo, a la vez tienes el problema de que las pérdidas en un terreno las sustituyas en otro…el problema seguirá siendo la vinculación o la ausencia de relaciones», concluye Funes.

**El curso se celebra durante los días 20 y 21 de mayo en el Centro Joaquín Roncal