La convivencia durante el confinamiento. Claves para familias

En la Fundación para la Atención Integral del Menor trabajamos con menores y adolescentes y familias que se encuentran inmersas en situaciones de violencia filioparental o con conflictos en sus relaciones.

Estos días de confinamiento pueden ser especialmente complicados porque la convivencia es más intensa y las pautas que antes nos servían, ahora pueden ser menos eficaces. La incertidumbre y situación de cada familia en este momento seguro que tampoco ayuda.

Por eso queremos ofreceros unas claves que pueden ayudar a las familias estos días. Estas son unas pautas sobre lo que podéis hacer  para mejorar la convivencia con tu hijo o hija.

  1. Sé oportuno/a. El arte de medir la forma, el momento y el qué decir.

No es preciso decir la última palabra, sino observar cuándo es buen momento, manejar los tiempos. No intentes nada si estas nervioso y trata de ser paciente, si alguien puede poner equilibrio eres tú.

  1. Mirar una de cada diez cosas.

Cambiar la forma de mirar a  nuestros hijos o hijas no es fácil, especialmente cuando hay conflictos. Pero podemos practicar una vista selectiva y no fijarnos solo en lo vemos mal, nos disgusta o haríamos de otro modo. Puede que te lleve días encontrarlo, pero hallarás algo positivo.

  1. No invadir y respetar los momentos de aislamiento

Si la puerta de su habitación está cerrada y es imprescindible llamar para entrar. También lo es respetar esos silencios que resultan difíciles pero que en ocasiones son necesarios.

  1. Sustituir el imperativo por una petición de ayuda.

Una petición de ayuda no tiene por qué tener una respuesta positiva. Si es así, no insistas reiteradamente y vuelve a proponer en otro momento. Sustituye el “recoge” por un “¿podríamos buscar un momento para recoger juntos?”.

  1. No hay que ser mas cariñoso, basta con ser cariñoso.

En algún momento, cuando te vas a la cama, basta con un abrazo, o un beso, en algunos casos quizás solo sea tolerable una caricia.

  1. Dedícale un cumplido, al menos cada dos días.

Se hace necesario mirar de forma positiva y amable, rescatar lo bueno que veamos en nuestros hijos e hijas y manifestarlo. No lo intentes de modo forzado ni calculado, siéntelo.

  1. Las redes mantienen las relaciones.

La relación con sus amigos y amigas mantiene estos días su equilibrio personal, no solo de los adultos. Es tiempo de valorar el uso y la oportunidad que proporcionan las redes sociales. No intentes conocer a todas sus amistades digitales pero aprovecha otros espacios para hablar de cómo se siente, qué hacen en las redes y lo que puede enseñarte.